De vez en cuando, la vidaDespués de todas mis correrías musicales abundantemente ilustradas en las páginas de EGV, en 1993 hubo un inesperado acontecimiento en mi vida, de tal calibre que me la cambió. Pero para bien, o mejor aún, para mejor. Estuve dos años sin tocar, pensé que ya había dicho en la música todo cuanto tenía que decir, para acabar descubriendo que solo había recorrido una parte del camino y que el otro, el mío, el introspectivo y personal, el definitivo viaje interior estaba por llegar.Siempre había puesto mis actividades musicales y mi trabajo al servicio de temas, ideas y propuestas musicales ajenas, en las que me había implicado totalmente, como suelo hacer con todo lo que emprendo y me gusta, pero en ese período de dos años todo cambió. Me di cuenta de que todas aquellas células musicales, sonidos, frases, series de notas y acordes, que no había desarrollado en su momento tenían valor por si mismos, que convenientemente agrupados, revisados y estructurados no eran más que canciones, colores del silencio, ciudades infinitas, horizontes sonoros.Pierre Boulez, compositor francés, afirmaba: "Y es que para crear con eficacia un pleno impacto emocional, hay que considerar el delirio y organizarlo". Decidme si esto no se cumple para todas aquellas canciones u obras que han marcado nuestras vidas.En 1995, convencido de lo que iba a hacer, empecé a hacerlo. A tocar otra vez como un loco para recuperar técnica, componer sin parar, reponer guitarras y material, aprender a utilizar software y medios de grabación digital, en definitiva, a dar forma a todas las voces interiores que impulsan las decisiones importantes de tu vida.Proscritos es mi proyecto unipersonal donde tienen cabida todas las tendencias musicales, gustos, ondas e influencias por las que me he sentido atraído, y es la expresión directa de mi espejo/espacio vital, así como el reconocimiento a la persona de mi padre (músico), y al entorno de Dénia y la Marina Alta, donde han estado ideadas, trabajadas y arregladas la mayor parte de las piezas que escucharéis aquí. A fin de cuentas, uno siempre es lo que compone, y compone siempre como es, incluso en los títulos que da a sus temas. Y esto vale tanto para el presente como para el futuro, pues el compromiso adquirido con mi música y con mi forma de abordarla y presentarla es definitivo.Este paisaje expresivo y sonoro lo conforman por ahora más de 100 canciones propias, así como varias versiones, distribuido en 7 CD's ordenados cronológicamente. Para trabajar todo este material he contado con la colaboración puntual de músicos como Pepe Mascarell, Rosa Torres, Juanjo Saura, Mariano Cubel, Jose Vicente Almendros, Mingo Hernández, Alfonso Flores, Mari Carmen Blázquez, pintoras como Concha Ferrer, Amparo Bellido, mi hijo David, amigos como Marta Mascaró, Narciso Medina y, como siempre, mi mujer Vito, a quien están dedicados muchos de los temas. La aportación ha sido a nivel de composición, arreglos, interpretación, grabación y diseño de portadas.En El Guitarrista Virtual ya hay suficiente información introductoria como para no repetirla aquí. Este texto es más bien una declaración de intenciones, de proyectos de futuro y, sobre todo, de bienvenida a todas las personas que, por curiosidad, interés o mera casualidad entréis en este sitio. Para todo el mundo, mis mejores deseos de compartir el gusto por la música, porque, como decía la letra de la última canción del último álbum de los Beatles, "al final, el amor que recibes es igual al amor que das".